La contaminación genética es un controvertido término para describir un flujo genético no controlado hacia una población salvaje. Este flujo genético es indeseable para algunas organizaciones ambientalistas y conservacionistas como Greenpeace, TRAFFIC y GeneWatch UK.
Este término se ha usado desde hace varios años por parte de algunas organizaciones ecologistas para describir el flujo de genes (indeseable según sus criterios) desde especies domesticadas, importadas o asilvestradas hacia poblaciones salvajes autóctonas.
El término contaminación genética está definido por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) como:
“Diseminación incontrolada de información genética (que frecuentemente alude a transgenes) hacia genomas de otros organismos que, en su forma natural, no contienen tal información”
Las consecuencias de la contaminación genética no están claras y, en general, el impacto en las poblaciones salvajes es poco probable que sea extenso, aunque existen incertidumbres sobre el potencial que tienen los OMG en transferir sus genes a especies salvajes y las consecuencias de esas hipotéticas transferencias.
Efecto sobre especies en peligro de extinción
Uno de los efectos más destacados es al combinar genes de distintas razas de plantas o animales: esta combinación de genes puede ser muy grave para un animal, ya sea salvaje o doméstico, no sólo porque la gran mayoría de ellos nacen estériles y con muchos problemas y enfermedades sino que peligra la extinción de dichas razas.
También tenemos que destacar que dichas modificaciones genéticas pueden trasmitirse a otras plantas y dichas plantas que no tenían ninguna modificación desaparecer debido sobre todo a los caracteres que poseen. Desaparecería la biodiversidad que hasta entonces caracterizaba nuestro problema ya que aumentaría la utilización de productos químicos.
Si hablamos de los efectos que producirían en los seres humanos podríamos destacar que producen nuevas alergias, todavía no estudiadas, esto se debe a que se introducen proteínas en los alimentos.
También nos afectaría en que las bacterias estarían más reforzadas ante un antibiótico y por eso podrían aparecer muchas clases de enfermedades tanto nuevas como ya conocidas y no poder tratarlas, ya que las nuevas no tendrían un antibiótico predeterminado y en las enfermedades conocidas las bacterias serían inmune a los antibióticos recetados.
También nos afectaría en que las bacterias estarían más reforzadas ante un antibiótico y por eso podrían aparecer muchas clases de enfermedades tanto nuevas como ya conocidas y no poder tratarlas, ya que las nuevas no tendrían un antibiótico predeterminado y en las enfermedades conocidas las bacterias serían inmune a los antibióticos recetados.