Crisis Ambiental o Ecológica
La ecología política basa su teoría y praxis en la reflexión y acción en la lucha contra la llamada “crisis ecológica” y en la propuesta de nuevos modelos de producción y consumo compatibles con los límites ecológicos del Planeta y la justicia y ética socio-ambiental. Pero ¿qué llamamos exactamente crisis ecológica? ¿En qué fenómenos concretos se manifiesta y qué relaciones guarda con el sistema socioeconómico actual?
Una crisis ecológica, crisis ambiental, ocurre cuando el ambiente de una especie o de una población sufre cambios críticos que desestabilizan su continuidad.
Existen muchas posibles causas, como: un cambio abiótico (por ejemplo, incremento de la temperatura o bajo nivel de lluvias), la presión de la depredación o la sobrepoblación. En cualquiera de esos casos se produce la degradación de la calidad del ambiente en relación con las necesidades de la especie que lo habita.
Existen muchas posibles causas, como: un cambio abiótico (por ejemplo, incremento de la temperatura o bajo nivel de lluvias), la presión de la depredación o la sobrepoblación. En cualquiera de esos casos se produce la degradación de la calidad del ambiente en relación con las necesidades de la especie que lo habita.
El cambio climático tiene grandes impactos en ecosistemas. Con el aumento de la temperatura global hay un decrecimiento de la caída de nieves, y un crecimiento de los niveles del océano. Los [ecosistema] cambiarían o evolucionarán para hacer frente al aumento en su temperatura.
Extinción de la biodiversidad
Gran número de especies están siendo aniquiladas; cada año entre 17.000 y 100.000 especies se desvanecen del planeta. La velocidad en la cual estas especies se están extinguiendo es mucho más rápida que en el pasado. La extinción masiva fue causada por el impacto de un meteorito hace 65 millones de años, que marcó el final del Cretácico. Anteriormente, la del final del periodo Pérmico hace 250 millones de años.
Sobrepoblación
En la vida salvaje, el problema de la sobre población animal es resuelto por los depredadores. Los depredadores tienden a buscar signos de debilidad en su presa, y por consecuencia usualmente primero se come a los animales jóvenes, viejos o enfermos. Esto tiene los efectos secundarios de asegurar una acción fuerte entre los sobrevivientes y el control de la población.
Factores de riesgo para futuras crisis ecológicas
El calentamiento global por aumento de los gases de efecto invernadero como consecuencia de las actividades humanas (efecto antropogénico). Distintos modelos de escenarios futuros prevén consecuencias tales como el aumento del nivel del mar, la inundación de los deltas asiáticos, la multiplicación de la energía de los huracanes, el incremento de los episodios de lluvias extremas, inundaciones y sequías, y cambios en la distribución de especies, que producirían la difusión de enfermedades tropicales y la alteración de la producción, naturaleza y calidad de los recursos alimentarios.
La destrucción de la capa de ozono, que protege de la radiación ultravioleta, provocaría un aumento de los cánceres de piel y mutaciones genéticas en los seres vivos, sobre todo en las latitudes altas, cuanto más cerca de los polos.
La crisis ecológica, es principalmente una crisis de escasez: escasez de materias primas, de energía, de tierras y de espacio ambiental para mantener el ritmo de la economía actual, y aún menos extenderlo a todos los países del Sur y dejarlo en herencia a las generaciones futuras.
Entre la mitad y una tercera parte de la superficie terrestre ha sido ya transformada por la acción humana.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera se ha incrementado más de un 30% desde el comienzo de la revolución industrial.
La acción humana fija más nitrógeno atmosférico que la combinación de las fuentes terrestres naturales.
La humanidad utiliza más de la mitad de toda el agua dulce accesible en la superficie del planeta.
Aproximadamente una cuarta parte de las especies de aves del planeta ha sido extinguida por la acción humana.
Las dos terceras partes de las principales pesquerías marinas se hallan sobreexplotadas o agotadas.
En este contexto, según Lipietz (2012), incluso podemos hablar hoy de una “segunda” crisis ecológica mundial, después de una primera que sitúa durante la Gran Peste del siglo XIV. Al igual que la Gran Peste, la crisis ecológica actual tiene como origen un conflicto entre la Humanidad y la Naturaleza, a través de la relativa escasez de producción alimentaria y los peligros de su propio sistema energético para la población humana.
Además, se transmite por los canales de la globalización económica y golpea civilizaciones muy diferentes aunque lo suficientemente parecidas como para poder producir y padecer efectos semejantes.
Sin embargo, según el teórico francés, la crisis ecológica actual se diferencia profundamente de la crisis “exógena” de la Gran Peste (un microbio desconocido y devastador que ataca a sociedades debilitadas por un cambio climático de origen no antropogénico y la baja productividad agrícola) por ser el resultado de la dinámica social e histórica del propio modelo de desarrollo: el propio liberal-productivismo ha generado la tensión actual entre Humanidad y Naturaleza. De tal forma que la “segunda” crisis ecológica, esta vez “endógena”.
Sin embargo, según el teórico francés, la crisis ecológica actual se diferencia profundamente de la crisis “exógena” de la Gran Peste (un microbio desconocido y devastador que ataca a sociedades debilitadas por un cambio climático de origen no antropogénico y la baja productividad agrícola) por ser el resultado de la dinámica social e histórica del propio modelo de desarrollo: el propio liberal-productivismo ha generado la tensión actual entre Humanidad y Naturaleza. De tal forma que la “segunda” crisis ecológica, esta vez “endógena”.