La Producción de Ropa Barata y Masiva es Perjudicial para el Planeta
El consumo masivo de ropa es uno de los problemas actuales que más están afectando al desarrollo y la sostenibilidad del medio ambiente. Y es que la moda barata contamina. Para producir estas prendas son necesarias fábricas que utilizan sistemas tradicionales que emiten muchas sustancias contaminantes y que por tanto tienen consecuencias negativa para el desarrollo del planeta.
Han surgido en los últimos años sistemas de producción sostenibles que buscan elaborar prendas reduciendo los niveles de contaminación. El problema radica en que estas ropas suelen ser más caras que otras cuya producción no responden a estos estándares de calidad y de respeto hacia el medio ambiente. El ciudadano prefiere comprar productos más baratos debido, evidentemente, a que le supone un coste menor. Se mira siempre en el resultado a corto plazo, pero si miramos más hacia adelante, se muestra la necesidad de cambiar este hábito.
Hay dos factores qué hacen que este consumo de una ropa barata suponga un grave problema para el planeta. Por un lado, al ser de bajo coste para el usuario tiene también un bajo coste de producción. Esto significa que utilizan métodos convencionales en fábricas de producción masiva y en los que es imposible reducir los niveles de contaminación.
Por otro lado, son prendas de baja calidad y cuya duración en la mayoría de casos es pequeña. Por lo tanto, el usuario va a estar renovando su vestuario prácticamente todos los años. Esto provoca que la producción nunca se frene y las fábricas sigan expulsando a la atmósfera elevados niveles de sustancias contaminantes.
Es una contaminación que no se ve, ya que el ciudadano compra la ropa en una tienda física o por Internet y no lo aprecia. El primer paso para reducir este problema es la información. Hay que advertir a la sociedad del creciente conflicto medioambiental que supone el consumir ropa barata. Otro paso sería más directo y apunta a comprar productos de más calidad. Es un consumo sostenible, ya que seguramente esas prendas hayan sido elaboradas de una manera más comprometida con el medio ambiente.
Al ser más cara es de mayor calidad y entonces no es necesaria una producción masiva, que produce altos niveles de contaminación. Comprando calidad se necesita menos cantidad, y se ayuda así a la sostenibilidad de un planeta que durante las últimas décadas se ha visto cada vez más desprotegido. No hay que olvidar tampoco que la fabricación no solo genera gases contaminantes, sino que requiere de una gran cantidad de recursos, entre ellos el agua. Se utilizan muchos recursos hídricos para esta producción masiva de ropa y es importante recordar que el agua es un bien escaso en muchas partes del mundo.
Otro problema derivado del consumo masivo es el mantenimiento de las desigualdades sociales y económicas. La producción de ropa a gran escala y barata para el usuario está ligada a una explotación laboral con sueldos míseros y malas condiciones de trabajo que generan pobreza y desigualdad en el país donde se fabrica, generalmente zonas que todavía están en desarrollo.